Fin de semana muy movidito, en el que me he ganado a pulso unas cuantas acciones de empresas como Brugal o Bacardi... aunque suene pretencioso, tengo un cuerpo que no me lo merezco jeje! Porque con la tralla que he llevado estos dos últimos días aún no sé cómo me he levantado esta mañana y ya he dado dos clases y casi tan pancha! Eso sí, hoy habrá siesta de lunes como que me llamo Hormiga.
El viernes estuvimos de visita en el Lepe de La Mancha. Como siempre ultimamente, fui de single, ya que la panda estaba compuesta por: una pareja hetero y casada, otra pareja hetero que se casa el año que viene, otra pareja bolli que como si lo estuvieran, otras dos como diría Desgra, que son lesbianas en la niebla, y por último, servidora... Primero visitamos el ya clásico Rincón Andaluz, gran bar con cosas ricas de comer y rebujito fresquito, donde el camarero, que está entregado a la causa, se quiso estirar y nos regaló unas preciosas camisetas...
(¿dónde voy yo con esto? eso sí, posé poniendo morritos)
Después estuvimos en un bar muy poperillo donde perdí a los dardos y gané al futbolín (antes me pasaba al revés, no sé qué me está ocurriendo!) y nos dedicamos a hacer fotos a la decoración...
(Los chicos de Liverpool como los playmobil )
(Esta idiotez es solo porque me hizo gracia de que se tratase de mi fecha de nacimiento)
La noche fue pasando, y cuando casi todo el mundo quería ir a casa, ¡STOP! ¿esto no era el bar de ambiente de LepeManchego? Pues pá dentro a tomar la penulti!
(La pinta del bar correspondía con lo que nos encontramos dentro... ¿qué se podía esperar? )
Después de dormir poco y mal, regresé a esta pequeña ciudad y enlacé con un pádel, una ducha, recoger un poco en casa, y acostarme temprano. Sí, de hecho creo que eran las cinco y media o así... y es que volví a salir, y las conversaciones sobre parejas, infidelidades, compromisos, dan para mucho.
De todas esas conversaciones siempre sale el famoso tema de La Maleta. ¿De qué va? Pues bien, la cuestión es que las personas, cuando se emparejan, se dividen en dos tipos: las que hacen la maleta compartida con su pareja y las que se hacen cada una la suya. Yo personalmente me niego a compartir maleta. Se me ha tachado de fóbica al compromiso en diferentes ocasiones, y bueno no lo niego del todo, vale, pero hay cosas por las que no paso!
Porque opino que además lo de querer mi propia maleta no es solo una cuestión práctica (me parece más cómodo que cada una lleve la suya!) sino que además considero que tiene un matiz de lohacemostodojuntas que me salen granitos de pensarlo! Y luego el tema de vamos a pagar en un restaurante, o bar, con más gente, y las cuentas se echan por parejas en plan, tocamos a 45 euros por pareja ag! que luego se paga juntas, o paga una u otra? Pues vale, no es una cuestión de racanería ni nada de eso, es solo el matiz de verlo todo de dos en dos! El compromiso se puede demostrar de formas mucho más chulas que no haciendo todo juntas! En fin, me leo y lo mismo sí que me da un poco de palo lo de comprometerse... pero paradójicamente, al menos hasta hace poco, he sido de relaciones largas, o sea que no será para tanto!
Venga, toca mojarse, ¿sois de una maleta o de dos?
