Historia De Una Camiseta

En el {este momento} del viernes pasado puse una foto de una camiseta de Rocky Balboa.  La historia era que en H&M sacaron hace unos meses una serie de camisetas de pelis y cantantes de lo más frikis, pero para la calidad que tenían me parecían un poco caras (momento marujil) así que muy a mi pesar no me compré ninguna. Ya las había aparcado en el rincón de mi cerebro a donde van a parar esas cosas, cuando de repente esa semana pasé a la tienda y revolviendo en los restos rebajados tachaaaaan, estaba la de Rocky, y la única que quedaba era justo mi talla. ¡Feliz!

Esta mañana he decidido que bien merecía irme al cole con ella puesta y cuando bajaba tan contenta, he abierto el buzón antes de irme y me he encontrado un paquete. Me he muerto de la ilusión cuando he visto que era de mi Pelirroja que se fue a Vancouver, y estaba acojonada porque está muy loca y el paquete podía contener cualquier cosa. Ha sido entonces cuando lo he abierto, y he ido sacando objetos uno por uno...

Una libreta con un oso en calzoncillos...

Unas zarpas de oso para remover la pasta...

Una especie de friki-spray para sentirte en el mismo Canadá, y como un auténtico canadiense con un golpe de flí! Merece la pena leerse las instrucciones y beneficios que vienen en el envoltorio, son lo mejor!

 

Y por supuesto, Cris no sabía nada de que me había comprado la camiseta de Rocky, ni le había mencionado que sabía que existía; y en el H&M del mismo Vancouver, la ve, siente que es para mí, me la compra, la mete en un sobre y me la envía. Idéntica a la que me había comprado yo misma una semana antes!

¡Me encanta que hayamos tenido esta conexión interoceánica! ¡Me encanta tener dos iguales! Cuando se estropee una y ya no las vendan, vuelvo a estrenar! Y es que Rocky no pasa de moda, jiji!