Viejo Verde

Que no es que yo esté como para parar el trabajo en los andamios para piropearme cada vez que paso, pero a todas nos ha pasado alguna vez aquello de ir por la calle y escuchar alguna burrada a modo de piropo, generalmente dicha por algún macho ibérico.

Ante estas situaciones siempre me he mostrado bastante indiferente y pasota, porque pensaba que si encima levantaba la cabeza iba a ser peor.

Pero hoy... hoy me tocaba sesión de depilación láser, piernas enteritas, y me duele. Mucho. He salido hecha polvo, cansada y encima hacía mucho frío en la calle, así que iba derechita a casa hecha un trapo. De repente una imagen borrosa que ha pasado por mi lado ha empezado a decirme algo que podría transcribir así:

gggñññmmmm... pechuuugggas niñaaaa mmgggfffff grrrrr mmmmffff...

He levantado la vista y al enfocar me he encontrado a un tío asqueroso mirándome las tetas. En otra ocasión habría pasado de su jeta pero hoy he sacado unas poquitas fuerzas y me ha salido del alma:


Feo! Viejo verde! Qué asco das!


Lo ha oído media calle y así he querido que fuera. He seguido mi paso hacia casa y llevando una mezcla de asco y descojone al cincuenta por ciento.



El pobre viejo verde habrá pensado que debo ser una estrecha, o bollera por contestarle esos improperios.

¿Y qué puedo decir?

Pues que lo primero para nada, pero lo segundo un montón.

(¿Cómo lleváis el piropeo baboso?)