Queridas amigas:
¡Por fin! Por fin un manual claro y conciso de cómo ser una buena esposa. Yo que tenía mis dudas, que siempre fallaba en algo, que no daba con la fórmula perfecta, y era tan sencillo como esto...
A tener la cena lista, que llegan con hambre, y no vale llamar al chino!
Descansa y apáñate en CINCO minutos para estar guapa...
Nota mental: comprar una nariz de payaso y aprender algún número cómico...
A limpiar, y por supuesto quítale el palo a la fregona, a hincar las rodillas que luce mejor...
Como buena bollera, sabrás cortar leña así que tenle la chimenea preparada...
De los cinco minutos para ponerte guapa y descansar, saca algo para poner guapos también a los niños, eh?
No grites ni en la cama, moza...
Apriétate bien la coleta para que siempre estés con la sonrisa puesta...
Recuerda que sus cosas son siempre más importantes que las tuyas, ajaja! Esta es buena!
Si llega tarde o no vuelve en toda la noche...
No te quejes, coño, todo el día lamentándote del precio de los tomates!
El aspirador y tu, a la cama juntos si hace falta! Seguro que te hace unos chupetones más lucidos que los de tu marido...
Toma generosidad... ¡consejo extra!
De todo el mundo con dos dedos de frente es sabido que el reparto de roles masculino y femenino en parejas de chicas es absurdo del todo, pero qué queréis que os diga, ÑiÑa apunta porque...
¡Yo me pido ser marido!