Ay! ...qué pava soooy...

No acostumbro a ir de pavisosa por la vida, se me da fatal fingirme inútil para hacer algo y lo haga otro por mí, pero he descubierto que hacerse la tonta en determinados momentos está lleno de ventajas.

Recordáis que los reyes magos me trajeron un lavaplatos? Pues bien, fui en su día a poner el primer lavado en vacío obligatorio antes de usarlo y descubrí que el lavaplatos tenía más funciones. De hecho, se transformó en... el lavaplatos-ducha ;-)

Aquello empezó a despedir agua por sus partes bajas y para moverse por la cocina había que ir en botas catiuscas (vale, me gusta exagerar). Así que ayer vinieron a cambiármelo. Yo sospeché desde el primer momento que no era culpa del lavaplatos, sino de mis tuberías, desagüe, algo de eso. Peeero, oye, se empeñaron en cambiármelo, pues vale, no seré yo la que les lleve la contraria.

Total, que llega el técnico sofocado con el aparato nuevo (para subir hasta mi casa se necesita mapa si no te lo conoces) y entonces sí, le confieso mis sospechas de que lo mismo mis tuberías andan atascadas (qué mal suena eso, no?). El hombrecillo desmonta uno de los tubos del agua y efectivamente, es una pieza que tiene dentro una especie de pasta negra putrefacta que ni Grissom hubiera podido averiguar lo que era, que lo taponaba.

Se me queda mirando, me quedo mirándole, pongo cara de tonta-pava mezclada con gatito de Shrek. Él me mira con una mezcla de lástima, cabreo y resignación y me dice: ¿Tienes papel de cocina? Jeje, eso significaba que lo iba a limpiar y arreglar ÉL, y no era su trabajo ni su obligación para nada...

Me dejó la pieza nuevecita, la volvió a montar, me puso el programa de lavado que correspondía, y ahí me lo dejó, funcionando a todo trapo. Y todo esto por la patilla, claro está. Supongo que él, luego tomándose unas cañas con sus amigos les contaría cómo había tenido que arreglar las tuberías a una chica pava e inútil como ella sola (qué mal sigue sonando eso) pero yo no moví un dedito y menos mancharme las manos!

Y ayer, nueva entrega del curso de circo y educación física. Empezamos con malabares y flipé de nuevo. Yo sólo sabía con tres pelotas y alguna monería más, pero alucino con la de cosas que pueden hacerse, y que de hecho, hay gente que las hace... pasen y vean (y alucinen)...