8 abr 2012

Hammam y La Hormiga Turca

Ahora que estoy en la recepción del hotel haciendo tiempo para que nos lleven al aeropuerto de vuelta a España, os voy a contar la experiencia hammam que tuvimos ayer en Estambul.

No sé si habéis estado alguna vez en algún baño turco, y no, no me refiero a esos que hay en algunas ciudades andaluzas llamados popularmente baños árabes. Quiero decir que no consisten en unas piscinitas a diferentes temperaturas y un masaje, si no que a nosotras nos habían avisado de que eran muy particulares, lugares donde hombres y mujeres entran por separado, los dejan en pelota picada y en nuestro caso unas mujeronas te lavan de arriba a abajo sin contemplaciones, frota que te frota pasando por todas, y digo todas, partes.

A pesar de que las opiniones de las que ya lo habían probado era muy dispares (desde "la experiencia más humillante" a "ha sido maravilloso") yo estaba completamente decidida a tener la mía propia y pasar una sesión en el hammam, pero La ÑiÑa decía más bien que tururú, aunque al final la convencí y allá que fuimos las dos.

¿A cuál ir? Miramos en las guías, en internet, y había un par con mejor pinta, más turísticos y por lo tanto con menos incertidumbres e índice de riesgo... Peeero, estábamos tomando un kebab (para no variar) en una placita antes de decidirnos, y terminé por hacerme amiga del camarero, que nos recomendó un hammam cercano que no aparecía en las guías. No os digo ná y os lo digo tó.

Unas luces de neón tipo puticlús nos anunciaban la entrada, y la llave de una angosta cabina con unas chanclas húmedas y unos trapillos para despelotarnos y cubrir nuestras carnes a duras penas es lo que nos dieron después de pagar.

Una vez estuvimos listas salimos con cara de pardillas y una señora gigante en un bikini minúsculo nos llevó del bracete a una sauna, donde creo que nos indicó que nos quedásemos el tiempo que quisiéramos. De refilón camino a la sauna encontramos un puñado de mujeres desnudas tumbadas sobre el mármol siendo masajeadas a ritmo frenético por más mujeres gigantes de bikinis minúsculos.

En la sauna La ÑiÑa duró poco porque se agobia, pero había buen rollito con las demás mujeres y yo me quedé un rato de chaspa con mi inglish pitinglish de supervivencia. Muchas risas.

Una vez fuera de la sauna la señora gigante te venía a buscar, te indicaba que te tenías que despelotar y tenderte sobre el mármol junto con las demás mujeres. Entonces con un guante de crin te hacía un peeling que te deja con una talla menos, chatas, que despelleje! Por delante, por detrás, por arriba y por abajo, hasta el último dedito del pie, y te mandaba levantar los brazos para hacerte los sobaquillos y todo jaja! Pero con ese punto entre dolor y gustito que no sé si vosotras tenéis!

Después te mandaba al chorro del agua a quitarte los pellejos y te reclamaba de nuevo para cubrirte de espuma y masajearte TODO, incluyendo culito, pechos y como iba muy rápido y fuerte, pasó un par de veces por ahí. Nada sexual, he de decir, pero las pudorosas que no entren. Por último te lava el pelo (de la cabeza) con mucho esmero y fin del repaso!


Yo soy pudorosa, o no, la verdad es que no lo sé! El caso es que a mí me encantó, salí nueva, y a La ÑiÑa también, aunque lo de que le frotaran los pechos con tanta energía no le gustó un pelito (me lo está dictando en este mismo momento). Es una sensación rara que te laven entera, como si fueras un bebé, o una persona impedida, pero diré que la sensación está genial, y si tuviera hammam cerca de casa iría de vez en cuando a ver mujeres desnudas cubiertas de espuma a darme un repaso.

Hoy vuelta a casa y el martes aterrizaje forzoso a la realidad. Sacaré tiempo para el reportaje del bodorrio que prometí!

Aprovecho para recomendaros una peli que ví hace muchos años y me encantó "Hammam y el baño turco"

14 comentarios:

Pena Mexicana dijo...

uts! qué ganas me acaban de dar de ir a uno de esos baños... qué bueno que han tenido la oportunidad y se la han permitido, felicidades!

Nosu dijo...

ay dios mío. yo creo que no podría. sólo de tumbarme en bolas en ese mármol por dodne ha pasado tanta gente creo que me moriría del asco.
Prefiero que me lave entera otra, que una señora gigante... jeje

María dijo...

Yo tenía ganas de probar uno por lo del peeling pero ¡creo que me moriría de la vergüenza!

farala dijo...

YO ME APUNTO!!! jo si vieras la de imagenes que tengo en mi "pilita" de hammams, women and water se titula la carpeta, y no los colgaba porque las mujeres enormes en bikinis misnúsculos son esclavas negras...

ISA dijo...

Yo, lo mismo que Nosu, que ascoooooooooooooooooooooooooooooo. Sin embargo te recomiendo, si alguna vez vais por Thailandia, un masaje. Te dejan de maravilla y al menos es limpio, agggggggggggggg.

Oye, pero si tu tenías ganas y has cumplido un sueño, pues bien está lo que bien sucede. Ahora si, te recomiendo durante unos días que te laves entera con algún fungicida, jajajaja

Hormiga dijo...

pero chicaaaas que todo era super higiénico, y no te tumbabas en el mármol directamente (que por cierto era limpiado minuciosamente después de cada uso) sino que te tendías sobre tu propia toalla (limpica limpica que te la daban).

El problema podría ser el pudor, pero el tema higiene estaba controlado, so pijinas! ;-)

Anónimo dijo...

Cómo te gusta que te soben,jodía!!!!!Beso.

Anónimo dijo...

Uy,yo no podría por pudor. Después de verme desnuda muchas me denunciarían a la Asociación de mujeres que van a los Hammam..jijijiji.. No podría con tanta demanda..jajajajaja
Panochita

Paloma dijo...

Yo fui a uno en Túnez, tampoco era para turistas, y fue exactamente eso, una mezcla entre placer y dolor.
No tengo problema para mostrar mis virtudes, pero al peeling sí que me negué, porque usaban el mismo guante con todo el mundo, y por un lado era beige, y por el otro de un marrón muy sospechoso. Me di un masaje con una especie de jabón de menta, deliciosísimo...
Y creo que costó cerca de 2 euros...

M dijo...

Pudorosa y acomplejada (mala combinación) me impedirían disfrutar de un baño turco.
Pero oye que me alegro de que os encantase la experiencia.

Anónimo dijo...

a mí me has aclarado algunas cosas. Lo del baño turco no lo tenía claro porque me da repelús tumbarme en el suelo sin más. Tengo viaje preparado con mi novia también a Estambul, te pediré la dirección del baño.
Muchas felicidades.

a punto de dijo...

siii...a mi me encantó!! Estuve en Estambul hace muchos años y claro, no nos ibamos a perder un baño turco...fue genial e igualico igualico a como lo cuentas jajaja. Estuvimos en un sitio precioso, no-turistico y tengo ese recuerdo del silencio, el sonido del agua retumbando por las bóvedas y las mujeres enormes arrancándote hasta la primera piel...
Y es cierto, es muuuy higiénico y no apto para pudorosas...por eso a mi me encantó ;)
Pero es que Estambul es una de las ciudades mas hermosas del mundo, de esas que tocan el corazón :)
Besos!

Lenteja dijo...

Tal como lo cuentas, Hormiga. Yo estuve en uno -no recuerdo el nombre- pero la construcción era impresionante. La gigante en mi caso llevaba un minúsculo bikini estampado leopardo y un sujetador rojo.A mí me dio un pasmo sólo verla. Y nos frotaron con una especie de funda de almohada. Yo cardíaca que soy sudaba como una posesa en el mármol caliente, la gigante leoparda me llevaba de la mano a la ducha templada y otra vez a sudar, así varias veces, para que no me diera un jamacuco. Cuando salí me bebí 1,5 l. de agua, yo solita. Yo no sé cómo soportaban eso 10h. al día esas mujeres que trabajaban por 4 perras nos dijeron en pitinglish.
Yo dormí aquella noche como en mi vida. Agotada, rehidratada y levitando.

la vecina del quinto dijo...

Apunto la dirección del hammam para el próximo viaje. ¡Con las ganas que tenía yo, ya me has acabado de convencer! :)

Nos alegramos de que todo haya ido genial, ¡estamos deseando ver el reportaje!

Muchos besos castos, ya eres una hormiga casada, ¡jajajajaja!