17 nov 2008

¡Que Corra La Cerveza! (El Refrito)

Hace unos mesecitos ya, acudí a la GranHeteroBoda del verano en Italia (de la que todavía me estoy intentando recuperar económicamente, por cierto). A mi vuelta, describía en mi super-cutre-basic-blog poco después de tan magno evento una anécdota que me dejó marcada y que a la vez resulta de lo más ilustrativa sexualmente hablando. Me he acordado hoy, y como estoy en horas bajas y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, voy a hacer un refrito de aquel post porque yo lo valgo, y porque quiero compartirlo con ustedes que se lo perdieron en su momento. Ahí va:

"La GranHeteroBoda del fin de semana pasado fue un auténtico peñazo, tan solo sobrellevable por el grupo de despellejador@s que formábamos... Cuando alguien se digne a enviarme las fotos (yo no hice ni una) comentaré las mejores jugadas. De todas formas en cualquier parte y cualquier momento, hasta en la boda más aburrida se puede aprender algo nuevo, y si es algo de carácter sexual, ¡mucho mejor!

Resulta que estábamos al sol de la Italia piamontesa y andaba mi amiga PequeñaPeroHechaAEscala relatándonos que su compañero de trabajo le había revelado el por qué de su éxito con las mujeres en la cama (adelanto que el tío en cuestión debe ser un fantasma de la ópera). Se trataba por lo visto de lo que él había bautizado El Gatillo Mortífero (¿véis como es un fantasma?). Se trataba básicamente de (voy a ser muy técnica) utilizar los dedos pulgar y corazón a modo de ganchito e introducirlos por dos orificios diferentes a la vez (y no estoy hablando de la nariz y la boca). He aquí una imagen representativa del truco del colega, aunque parezcan más bien unas sombras chinescas...




Después del descojone general, VicianoMan quiso reforzar el concepto de Gatillo Mortífero, añadiendo que él y sus amigos habían llamado toda la vida a eso mismo el Six-Pack. ¿Por qué? Os preguntaréis, y nos preguntamos todos los presentes. Pensad en un six-pack de Heinecken y decidme cómo lo agarráis para llevároslo a casa desde el supermercado. Pues eso. He aquí de nuevo otra imagen ilustrativa:


La señora Ludovica, dueña del agriturismo en el que nos alojábamos (casa rural de toda la vida, vamos) no entendía ni papa de español, pero nos escuchaba como quien no quiere la cosa, y que queréis que os diga, tengo la teoría de que algo pilló y se ha pasado del vino blanco a la Heinecken fijo".

Pues en eso consistió la película. Se admiten todo tipo de comentarios, opiniones, puntos de vista, aportaciones, y por supuesto, paridas varias... Y que sepáis que acabo de conseguir que ya nunca más el ir a comprar cervezas sea para vosotras algo cotidiano: agarraréis el six-pack y (si no lo estáis haciendo ya) comenzaréis a pensar en sexo automáticamente.

¡Eso que os lleváis!

5 comentarios:

Superbaturra dijo...

este post me ha encantado! Desde ahora compraré los six-pack (eso sí, de Ambar) con mucha más alegría y buen humor

cris dijo...

En mi última boda (por supuesto que no me casaba yo...), estaba más pendiente de lo que pasaba en la mesa de al lado que de la mía.
Pero la cuestión no es esa, no. La cuestión es que la que compra las cervezas es "mi madre". Mañana mismo la pregunto cómo coge las birras... esto es muy sospechoso, tía.
jjajjajajajajjaaja

Anónimo dijo...

grrr...
como odio las bodas

LA DESGRACIÁ dijo...

Pues yo lo hago en postura kit-kat. Como una tijera con los dedos índice y corazón.

besus

Blau dijo...

Lo que puede dar una boda!.

Besis